viernes, 31 de octubre de 2008

Cineforum en el instituto (II)

La entrada anterior hablaba del cineforum que Siete Claves ha organizado con Cepaim en el Instituto Tetuán de las Victorias, pero falta información que es relevante: las reflexiones que se produjeron en el debate.

La jornada pretendía abrir espacios de reflexión entre la población más joven de la Ventilla en torno a las actitudes discriminatorias y las prácticas racistas y xenófobas más habituales. Para Daniel Lavella, director del documental, “es importante que dejemos de pensar que lo nuestro es lo normal. Nos creamos un realidad que desaparece cuando damos un paso, porque nos damos cuenta de que existen otras realidades. Para ello, El lobo de los cuentos pretende servir como una herramienta de sensibilización a través de reflexiones y testimonios en torno a la actitudes que puedan generar discriminación social por razones de origen o raza".

Las reflexiones lanzadas por los alumnos del instituto fueron muy enriquecedoras. Pueden resaltarse algunas, sin ánimo de menospreciar más de una hora de un animado debate que hubo que cortar. Así, por ejemplo, Elizabeth, de origen dominicano, no tuvo problemas a la hora de mostrarse orgullosa de su origen, cuando dijo “¿Por qué tengo que sentirme diferente? No tengo problemas en decirlo: soy dominicana”. Farah, española con padres marroquíes comento que “He nacido aquí, vivo aquí y nunca he estado en Marruecos, pero mis padres me han educado desde esa perspectiva. No creo que yo sea normal o anormal, simplemente son nuestras costumbres. ¿Por qué puede molestarte que te pregunten de dónde eres? Yo estoy orgullosa de donde vengo”. “Yo no me siento persa, sino un ciudadano del mundo”, comentó Vafa, un profesor de origen iraní. Alejandro, estudiante español de origen chino dejó claro que “La discriminación viene de las propias experiencias. Yo, como español en el extranjero, a veces también he sentido que me trataban distinto”. Lizbeth comentó que “Tengo 20 años, llevo aquí 17 y a pesar de no conocer mi país, me siento orgullosa de ser peruana. En mi casa comemos comida de mi país cinco días a la semana, y eso no me hace sentirme menos integrada”.

La Ventilla es todo un ejemplo de diversidad cultural.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho lo que he leido. Me hubiera gustado haber asistido al evento. Parece emocionante.